Nuestro objetivo es que nuestros pacientes requieran la menor cantidad de tratamiento dental posible. Los niños que llegan a la edad adulta con la menor cantidad de dientes restaurados disfrutarán del menor riesgo de problemas futuros.

Los selladores pueden reducir drásticamente la cantidad de caries que un niño puede desarrollar en el transcurso de su infancia. En la superficie de masticación de los molares, surcos profundos corren hacia el centro de los dientes. Bajo un microscopio, estas grietas pueden parecer un cañón profundo. De hecho, la mayoría de ellos son más angostos que las cerdas de un cepillo de dientes, pero lo suficientemente anchos como para que las bacterias se escondan. Es fácil ver cómo se pueden formar cavidades en un escondite tan perfecto.

Si los surcos de los molares permanentes se sellan a una edad temprana, el riesgo de que se produzcan caries en las superficies de masticación disminuye drásticamente. Afortunadamente, este procedimiento se puede realizar de forma rápida y sin molestias ni anestesia. El material sellador crea una superficie lisa, llenando las ranuras, haciendo que la superficie de mordida sea más fácil de mantener limpia para las manos pequeñas. Se hace fluir un material de resina sobre las ranuras y se sella rápidamente con una luz de activación azul. En unos minutos, los dientes de su hijo están protegidos contra las caries.

Los selladores solo duran unos pocos años y es posible que deban repararse o reemplazarse periódicamente. Pero la investigación confirma una reducción del 90% en la caries dental a lo largo de la superficie de masticación en molares sellados. Este paso sencillo y rentable puede ayudar a su hijo a entrar en la edad adulta con menos empastes y menos riesgo de una odontología significativa en el futuro.